Roma es una ciudad comopolita donde los mendigos se arrastran a duras penas por las bocanadas del metro pidiendo algo de limosna. Donde se mezclan edificios del siglo III d.C con algunos del siglo XX. En ella se encuentran estatuas, gente bailando break y musha musha polisía. En Roma los turcos te hablan de Chiquito por tal de que les compres un recuerdo del Coliseo. ¡O quizás te encuentres con gallegos montándote un templo de la moda en una vía principal! Roma tiene música en sus calles y ningún baño público. Una calle donde eres una chusma entre tanta gente vestida de Versace. Tiene también un enorme mausoleo donde dos guardias vigilan a un fiambre 24 horas al día, y un chino que vende de todo con fotos de su familia y Berlusconi en su tienda. Tiene una plaza de España que a según nuestro juicio nos pertenece y donde pensamos que los españoles irían a celebrar el mundial. Roma es donde uno deja de creer. Y donde descubre que Dios le intenta impedir la entrada a su basílica más sagrada haciéndole pasar 5 veces por el detector de metales. Roma es Roma hasta que llegas al Vaticano, y el Vaticano deja de serlo cuando llegas a Roma (evidentemente). Es el lugar donde imaginarte los capítulos de Hispania, y donde puedes ver carteles anunciando la muerte de Julio César. En Roma uno se puede morir de frío, o te puedes calentar las manos en un asador de castañas. Puedes observar el Tevere mientras te codeas con esculturas de Bernini al lado de una fortaleza antiquísima. Pero los mendigos siguen ahí. En Roma no hay dos tiendas que tengan el mismo precio (a excepción de los imanes y las bolitas de nieve). Ni hay Ferraris, sino Mercedes. Roma tiene la única paloma en el mundo que ha llegado a asustarme (y encima tenía hasta cresta y todo). En ella se puede vivir a 100 metros bajo tierra aplastados en el metro, o se puede morir a la misma distancia observando unas antiguas catacumbas. También Roma tiene personas que te miran mal por hablar español. Y también nosotros nos cagamos en sus vivos mientras ellos se creen que no nos enteramos de nada. Justo debajo del Coliseo es el lugar perfecto donde se pueden grabar videos a los que después poner la música de Benny Hill (persecuciones). Y también está esa horrible moda de los vaqueros pegados y los tenis tanque. Roma es cara y barata, tiene cara (señor presi) y cruz (mi amigo). Roma te tiene a ti por todas partes. Tiene fontana de Trevi, deseos y amor. Y también tiene que ser un coñazo ir a la universidad por las mañanas. Es una ciudad grande, con monumentos y mucha gente. Un tráfico horrible pero permisivo. Roma tiene sol y emperadores por todas partes. Una serpiente que aterroriza a la mismísima cúpula del Vaticano de Miguel Ángel. Tiene tantísimos lugares donde se rodó El código da Vinci que da hasta miedo acercarse a sus fuentes, no vayas a morir allí.
Al fin y al cabo, Roma es igual que cualquier gran ciudad. ¡Pero con tantas cosas que ver!
Y aun me sigo preguntando... ¿dónde están los romanos?
Ave Cadi' que llegan lo' romano'. Ave pisha... a ve' si conviamo'.
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